La primera línea de autobús

Barcelona fue la primera ciudad del estado español por donde circularon autobuses, fue el 1906, casi al mismo tiempo que en París estrenaban los suyos, en Londres ya tenian autobuses desde 1897.

La principal empresa explotadora de riperts de Barcelona, La Catalana, que veía como los tranvías se electrificaban y eran consciente que sus omnibuses arrastrados por caballos tenían los días contados, se lanzó a la aventura de substituirlos por los primeros autobuses de la ciudad y del país.

La Catalana, como había hecho las compañías de tranvía al electrificarse, solicitó al Ayuntamiento un cambio de tracción en sus líneas de "rippert a sangre", comenzando por la que iva de la Pl. Cataluña a Gracia por la Rambla de Cataluña, que era la que tenia más público

El día 12 de agosto de 1906 se inauguró el servicio público de la línea Pl. Cataluña - Gracia (Pl. Trilla). El trayecto valía 10 céntimos (5 menos que el tranvía que llegaba hasta la Travesera de Gracia), y antes de las 7 de la mañana se podia comprar el billete a mitad de precio.

Además Joan Grau, presidente de La Catalana, presentó al Ayuntamiento un proyecto de una xarxa de autobuses con seis líneas radiales desde la Pl. Cataluña hasta Gracia, Sants, San Andrés, la calle Aribau con la Av. Diagonal y el Parque de la Ciudadela.

Este nuevo servicio de autobuses no gustó nada a la compañías de tranvía, que se olian una compentencia no prevista. Porque al margen de la política tarifaria (mucho más barata que el tranvía), el autobus representaba una competencia seria a la líneas largas de tranvía a causa de su superior velocidad comercial. Las compañías de tranvías utilizaron todos los medios legales para hundir a La Catalana.

Lo primero que hicieron fue recurrir el reglamento de concesiones de líneas de autobuses que el noviembre de 1906 aprobó el Ayuntamiento para oficializar el permiso de La Catalana, y después, utilizando el mismo reglamento por medio de hombres de paja, solicitó concesiones de autobuses que coincidian con las proyectadas por Joan Grau. La estrategia desmontó el proyecto de la Catalana que, aun consiguiendo la concesión de tres líneas más, nunca las puso en funcionamiento.

El siguiente paso era desmontar la línea que existia en marcha Pl. Cataluña - Pl. Trilla. El marques de Foronda (presidente de la principal compañía de tranvias de aquella época) denunció las iregularidades que cometian los conductores de autobuses. Foronda acusó a los autobuses de pisar las vías de tranvía y de circular superando los 8 kilómetros por hora, aspectos que tenían prohíbidos, y de tener muchos accidentes (12 entre setiembre y diciembre de 1908, aunque la mayoría sin importancia). Además, los vecinos de la calle Mayor de Gracia se quejaban del ruido y de los humos provocados por los autobuses de tal forma que el 22 de octubre de 1908, el ingeniero industrial del Ayuntamiento trasladó a La Catalana estas quejas.

Con todas estas circustancias, el 23 de Diciembre de 1908, el Ayuntamiento ordenó la suspensión del servicio. Las compañías de tranvias habian conseguido su propósito y acabar con la competencia de los autobuses. No fue hasta 1922 en que se volvió a ver autobuses urbanos por la ciudad de Barcelona.

Cronologia
12-08-1906 Inicio del servicio.
22-12-1908 Fin del servicio.